Karim Ettakkal Dahrouch nació en Tánger y tras 20 años en España, llega a La Rioja para impartir clases de religión islámica.

¿Cómo es una clase de Islam? “Hoy hemos hablado de la creación del mundo, de nuestros padres creadores, Adán y Eva, que estaban en el Paraíso», de la manzana… «Los valores son los mismos en todas las religiones y las clases son siempre en castellano. Solo se emplea el árabe para los versos del Corán, que después se traducen”, explica poco después de despedir a una veintena de sus alumnos.

En Calahorra, en el colegio Quintiliano, es Hind la encargada de las clases quien, tras comprobar lo ilusionados que se encuentran sus alumnos musulmanes con la recepción de la asignatura, asegura que “es algo que necesitaban los niños”. “¿Va a ser en árabe?”, preguntaban la mayoría de ellos el primer día de clase. “Ellos lo relacionan con la mezquita, donde se habla árabe, pero las clases son en castellano”, apunta esta maestra, para quien los primeros días están resultando «muy gratificantes». El contenido de las clases explica que es el «pactado por la Comunidad Islámica y el Estado” y que «parte de los valores más importantes hasta la historia de los profetas”. “Se intenta que sea lo más neutro, con una metodología adaptada para cada niño”, precisa.

Javier Hernáez, director del centro logroñés durante más de dos décadas, explicaba que, la puesta en marcha de la asignatura se ha realizado con total normalidad, que Karim es ya uno más del claustro de docentes y que responde a la realidad del colegio, del barrio y de la sociedad. «En total son más de 200 niños matriculados», concreta.

Consciente de que la implantación de la asignatura ha despertado las fobias de más de uno, Ettakkal no entra en el debate. “No me preocupan los comentarios que vienen de fuera”, dice al tiempo que invita “a todas las familias a un encuentro para explicarles la asignatura y lo que se imparte”. Recuerda que “es una programación aprobada por el Ministerio de Educación y que en el caso de Melilla se imparte desde 1996. Hay máxima transparencia en lo que se imparte a los niños. Además existen muchos controles para quienes damos la clase. No sé si del Ministerio del Interior también, pero hemos tenido que pasar muchos filtros”.